04 Oct Plantar arbustos.
El plantado de arbustos es relativamente sencillo, debemos tener en cuenta algunos elementos como la elección del terreno, y el espacio de que disponemos, así como la composición del suelo. También es importante la selección de la especie a plantar, si es autóctona, tendrá más posibilidades de supervivencia.
El plantado de arbustos no es muy complicado, pero hay elementos que deben ser tenidos en cuenta:
Primero que nada debemos elegir el lugar para plantar, teniendo en cuenta las características del suelo, su composición, el espacio de que disponemos. También conviene estudiar los tipos de arbusto ya existentes en la zona, para saber cuales tienen más posibilidades de supervivencia. Si se eligen variedades autóctonas, se conseguirá una plantación exitosa con cuidados mínimos, ya que estos arbustos son naturales del terreno en el cual los plantamos y están bien adaptados.
Los arbustos para trasplantar se adquieren en tiendas del ramo, y pueden venir en dos formas, con maceta, de plásticos o en una bolsa, o con la raíz desnuda (el ejemplo más común lo constituyen los rosales).
También pueden obtenerse por estaquillado, que consiste en recolectar las ramas más jóvenes (estaquillas) de los árboles o arbustos de hoja caduca durante el invierno, luego se introducen dos tercios de la estaquilla en una jardinera que contiene 50% de arena y 50% de humus, apretando bien la tierra y luego se coloca en un sitio protegido del sol y las heladas o nieve. Debe regarse con frecuencia. Al transcurrir algunos meses, habrán enraizado y se hará necesario trasplantarlas a macetas.
La plantación se hace en la estación más adecuada, dependiendo de la especie elegida y de la región.
Método de plantación:
Se practica un hoyo en la tierra, debe ser amplio para que el cepellón entre holgadamente. La tierra extraída debe mezclarse con abono orgánico y emplearse para cubrir las raíces sin apisonar demasiado la tierra, pues esto impide a las raíces desarrollarse.
La distancia entre los arbustos debe tener en cuenta que crecerán considerablemente, y que de la distancia dependerá la densidad que deseemos darle a nuestra plantación, también hay que tener en cuenta el tamaño que alcanzará el arbusto al desarrollarse. La distancia recomendada oscila entre 1m y 2m.
Hay especies como las Camelias, Laureles, Adelfas, que son de tamaño considerable, otros que son pequeños como los Juníperos, Cotoneaster, Pitosporo enano, pero la mayoría son de tamaño mediano.
Los arbustos de raíz desnuda deben plantarse en invierno, y las raíces deben ajustarse bien con la tierra para evitar bolsas de aire.
El riego y la poda:
Los arbustos no son plantas delicadas, pueden sobrevivir perfectamente durante el invierno con el agua procedente de la lluvia, pero en verano debemos cuidar que no se sequen y regarlos siempre que sea necesario. Sobre todo cuando se trata de plantas jóvenes.
La poda es necesaria, sobre todo para la parte baja del arbusto, para que quede guarnecida, y su objetivo es favorecer la máxima ramificación para conseguir un arbusto espeso. Los arbustos adultos deben podarse una vez al año, pero en los más jóvenes será más seguido para que la planta adquiera fuerza en el desarrollo.
Una poda correcta comienza por las ramas más gruesas, y luego se prosigue con las finas. En setos tupidos se pueden obtener formas decorativas, cónicas, redondas, y otras.
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