01 Ago Suelos ideales para las plantas.
Conocer y mejorar los suelos es muy importante. A continuación tienes las características ideales que debería tener un suelo para el cultivo de plantas. Repásalas e intenta mejorar cada una de ellas en tu caso particular.
1. Profundo.
A veces hay una roca dura no atravesable por las raíces (por ejemplo, a 40 cm. de profundidad) o una capa compacta de arcilla. Esto es malo. Cuanto más suelo tengan las raíces para extenderse sin limitaciones, más tamaño alcanzarán las plantas.
Cava con la azada y comprueba si hay una capa dura o no; ésta puede ser la causa de que muchos árboles y arbustos no prosperen adecuadamente.
2. Estructura migajosa, mullido, aireado.
Para mejorar el estado de tu jardín, debes aportar materia orgánica. De esta manera el suelo se llenará de nutrientes y las plantas seguirán con su desarrollo. En el caso de los suelos arcillosos, además de incorporar esa materia orgánica, es muy conveniente mezclarla con arena de río.
3. Fácil de trabajar.
Los suelos arcillosos siempre son difíciles de trabajar. En el caso de que la tierra se encuentra húmeda, la masa generada es demasiado densa para poder trabajar con ella. En el caso contrario, la tierra se encuentra seca, la arcilla se convierte en una masa muy solida que imposibilita el trabajo. Por eso, en caso de que tu jardín tenga un suelo arcilloso, es necesario revertir esa situación, usando lo mencionado en el punto anterior: incorporar materia orgánica y arena de rio. De esta formas, poco a poco la arcilla se irá reduciendo y el suelo será mucho más trabajable.
4. Buena capacidad para retener agua.
Los suelos arenosos son muy secos, además, no almacenan el agua correctamente y eso desemboca en un riego muy sucesivo. En el caso de los suelos más arcillosos, no hay problema en ese aspecto. Retienen muy bien el agua, hasta el punto que en ocasiones retienen demasiada agua y no es bueno.
Para mejorar los suelos arenosos, una de las opciones son añadir 100 kilos de turba u otro tipo de materia orgánica por cada 100 metros cuadrados. Incluso en situaciones más limite añadir algo de tierra arcillosa. El riego es muy necesario que sea eficiente. En casos de suelos arenosos, la mejor opción es el riego por goteo, ya que el consumo de agua será el adecuado.
5. Buen drenaje.
Los suelos arcillosos tienen tendencia a encharcarse, lo cual pudre las raíces. Aunque no todos los suelos arcillosos drenan mal. Con este tipo de suelos hay que tener especial cuidado en las zonas más bajas del jardín, ya que es donde se acumula más agua.
En el caso de que tu suelo no tenga un drenaje adecuado, puedes hacer lo siguiente:
1. Instalar tubos de drenaje.
2. Dar pendientes al terreno para evitar charcos.
3. Aportar arena: unos 2 ó 3 metros cúbicos por cada 100 m2 de superficie. Cuanta más, mejor.
4. Aportar materia orgánica al suelo: airea.
5. Elegir especies que resistan mejor sus condiciones asfixiantes.
6. Buena capacidad para retener nutrientes minerales.
Al igual que sucede con el agua, los suelos arenosos retienen pocos nutrientes. El Nitrógeno, Potasio, Azufre, Hierro, etc. son arrastrados fuera del alcance de las raíces por la acción del agua del riego y la lluvia, perdiéndose estos elementos nutritivos. Para mejorar esto, puedes usar fertilizantes de liberación lenta en lugar de los minerales solubles tradicionales. De esta manera se irán disolviendo poco a poco y se aprovecha el abono al completo.
Los suelos arcillosos en este aspecto son mejores, ya que almacenan muchos nutrientes minerales; tienen “grandes bolsillos”. Pero los nitratos sí que se lavan en ambos tipos de suelos.
7. Rico en materia orgánica (humus).
Cuando hablamos de materia orgánica del suelo nos referimos al humus. El humus es una sustancia muy beneficiosa para el suelo y para la planta, ya que:
1. Esponja el suelo.
2. Retiene agua y minerales.
3. Aporta nutrientes minerales poco a poco para las plantas a medida que se descompone (Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio, etc.).
Para aumentar el nivel de materia orgánica de un suelo se necesita tiempo. De la noche a la mañana no se puede pasar de un 1% de humus al 2%; se consigue a lo largo de años.
Lo mejor es echar materia orgánica año tras año. Por ejemplo: estiércol, mantillo, compost casero, turba, guano, humus de lombriz, etc..
8. Rico en nutrientes minerales
Todas las plantas necesitan tomar del suelo estos 13 elementos minerales.
- Macronutrientes: Nitrógeno (N), Fósforo (P), Potasio (K), Calcio (Ca), Magnesio (Mg) y Azufre (S).
- Micronutrientes: Hierro (Fe), Zinc (Zn), Manganeso (Mn), Boro (B), Cobre (Cu), Molibdeno (Mo) y Cloro (Cl).
Los suelos arcillosos suelen ser ricos en nutrientes y los suelos arenosos, pobres. Un ejemplo de suelo arenoso es la playa, considerado un de los más extremos.
Para saber si un suelo es rico o no en nutrientes se hacen análisis de la tierra en un laboratorio especializado.
Mediante los abonos orgánicos(estiércol, compost, turba, etc.) y los fertilizantes minerales aportamos al suelo los nutrientes necesarios. Si no lo hiciéramos se agotarían más tarde o más temprano
9. pH comprendido entre 5,5 y 8.
Afortunadamente el 80% de los suelos está entre estos valores, pero si fuera un pH por debajo o por encima, deberías corregirlo.
En el caso de que el suelo fuera muy ácido (pH<5,5), escasearán algunos nutrientes esenciales para las plantas como Calcio, Magnesio, Fósforo, Molibdeno y Boro y la estructura no suele ser buena. para aumentar el ph, se puede hacer incorporando caliza molida. La dosis ha implementar es de 15-20 Kilogramos por cada 100 metros cuadrados. Es importante que sea aplicado en otoño y se entierra labrando.
Si el suelo es neutro (pH entre 6,5 y 7), perfecto, hay una óptima disponibilidad de todos los que las plantas necesitan normalmente. Aunque algunas, llamadas acidófilas, lo prefieren inferior a 6,5, y otras (calcícolas), son felices con un pH superior a 7.
Por último, si el suelo es básico o alcalino (pH>8) es muy probable que escaseen el Hierro, Manganeso, Zinc, Cobre y Boro. Plantas acidófilas como el naranjo o el hibisco, amarillearán y darán pocas flores a menos que modifiques el pH. El ejemplo más típico es el de la carencia de Hierro (clorosis férrica).
para reducir el pH del suelo y que se liberen los nutrientes insolubilizados se puede hacer lo siguiente (a elegir):
- Añadir Sulfato de hierro. Se trata de un producto barato y fácil de conseguir. Para aportar al suelo cómpralo en forma granulada (color marrón) en lugar de en partículas finas como cristales (color verde manzana). El sulfato de hierro sirve para acidificar y adicionalmente para aportar algo de Hierro, aunque no mucho, y su principal función es la de bajar el pH.
- Añadir Turba rubia. Aportando TURBA RUBIA SPHAGNUM, que es un material muy ácido (ph=3,5), se reduce el pH de la tierra. la dosis a implementar es de 1 kilogramo de turba rubia por metro cuadrado. A los 2 ó 3 años se debe repetir el tratamiento.
- Añadir Azufre en polvo. Otra opción para acidificar consiste en mezclar los primeros 25-30 cm. de tierra con AZUFRE EN POLVO. La dosis a implementar es de 90 gramos por metro cuadrado. Aplica durante el otoño para que en primavera se note el efecto. En medianas y grandes superficies es lo que sale más económico, por ejemplo, para enmendar todo el huerto o jardín entero antes de plantar nada. A los 2 ó 3 años deberás repetir el tratamiento.
- Añadir Caliza Molida: Los suelos ácidos (pH<6.5) son fáciles de corregir aportando caliza molida, pero los suelos alcalinos (ph>7) son mucho más difíciles porque tiende a revertirse a la situación anterior, lo que obliga a repetir el tratamiento.
Además de bajar el pH, aplica al suelo un fertilizante especial, rico en hierro llamado “quelatos de hierro”. También hay otros fertilizantes formulados con los demás micronutrientes, aparte del hierro, como el manganeso, cobre, zinc, etc. para las posibles carencias.
10. Suelo infectado por hongos, nematodos, gusanos de suelo ni malas hierbas.
Un suelo cultivado reiteradamente aumenta las poblaciones de hongos que viven en el suelo, de Nematodos (gusanitos microscópicos que parasitan raíces), de gusanos de suelo (blancos, grises y de alambre) y de malas hierbas…
Si un suelo está desinfectado cada 3 ó 4 años, mejor. Para desinfectar los suelos hay productos químicos, pero existe un método ecológico de desinfección llamado SOLARIZACIÓN que ofrece una gran eficacia.
Si un suelo cumpliera todo lo anterior sería el suelo modelo.
Puntualizar que hay especies que gustan de suelos particulares, por ejemplo, las acidófilas como Azalea, Hortensia, Rododendro, etc. son felices en suelo ácido (ph menor de 6,5) o las plantas del desierto viven mejor en suelos pobres. Pero hemos visto lo que es un suelo ideal en términos generales.
Y un dato a recalcar: aportando materia orgánica (estiércol, mantillo, compost, etc.) se mejoran la mayoría de características.
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